LO QUE QUEDÓ LUEGO DE TU PARTIDA
julio 15, 2017
A veces me pregunto;¿La noche siempre fue tan negra?
¿El día siempre fue tan frío?, la felicidad se ha ido, las ganas de seguir
adelante se han ido, “tú mi felicidad”, “tú mi alegría”, palabras que se las
lleva el viento. El dolor, esto si es real, más real que la lluvia, que el sol
saliendo día a día a bañarnos con su luz.
Dolor, que palabra tan pequeña
que engloba un sentimiento tan jodidamente grande, ¿Por qué sentimos que el
dolor es más fuerte que la felicidad? A veces siento que es más fuerte el
sentimiento de soledad, tristeza… que la misma felicidad. La vida es
un vaivén, todos tenemos buenos y malos momentos, pero, a veces siento que
conmigo está haciendo experimentos… o no, quizás sea yo el que se queja por todo
lo que le pasa, quién sabe, al menos puedo decir que lo he estado
intentando. “Ya basta!” me dice la razón, “Aún no es suficiente” me dice el corazón, entonces, ¿A quién le hago
caso?
La vida nos da lecciones, tenemos
la triste manera de pensar, que para poder seguir adelante necesitamos a
alguien más, que no podemos continuar solos, a veces somos tan tontos, que necesitamos
tener a alguien que nos entiende realmente, pero la verdad es que; nadie te
entenderá nunca, aquel que al que le importas, y aquel que te entiende es nadie
más que tú. Aunque eso realmente lo sé, de verdad lo sé, pero ¿por qué me
siento así? me siento frío, sólo, no sé quién soy, no me entiendo, todo lo que
hago me sale mal. Mi cara muestra una sonrisa, pero, ¿es realmente eso lo que
quiere reflejar mi corazón?
Y ahora más que nunca, estoy
confundido, ¿a donde debería ir? ¿Qué tengo que hacer?, no lo sé, ya no sé qué hacer, mi vida perdió
sentido desde aquel día que te fuiste, desde ese momento en que descubrí toda
la verdad. Fue así, como cuando enciendes un fosforo, de un solo golpe, como el
sonido de una roca al caer, seco, duro, fuerte… fue como si todo lo vivido se
borrará, simplemente se esfumará… tantas cosas, tantos sueños, tantas alegrías,
ahora no sé qué pensar, no sé qué decir, ¿la quiero?, claro que la quiero, la
amo, nunca había amado a una persona tanto como la amo a ella, pero no estoy dispuesto a volver a ella, hace
unos días estaría dispuesto hasta a dar mi vida si así me lo pedía y ahora,
ahora no sé, me siento vació, siento que… me siento tan débil a su lado, siento
que mis rodillas pierden por completo sus fuerzas, no puedo mirarla a los ojos,
esos ojos dios, esos hermosos ojos, unos que un día me dieron tanta felicidad,
unos que un día me brindaron tanto amor, ahora están secos, ahora son frío.
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